sábado, 27 de septiembre de 2014

Efemérides: 27 de septiembre, Serafina Dávalos

Tal dia como hoy moría Serafina Dávalos, la primera abogada y la primera feminista del Paraguay. Dedicó su vida a la lucha por los derechos de la mujer, y aunque su vida estuvo plagada de éxitos, reconocidos internacionalmente, al final de ésta cayó en el olvido... hasta hoy!! Así pues, la rescatamos del olvido para ponerla en portada.

En 1907, Serafina Dávalos había obtenido el grado de doctora en Derecho a la edad de 24 años con la presentación de su tesis "HUMANISMO", la cual es una ferviente defensa del feminismo, a más de una crítica al sistema cultural, educativo, político y jurídico del Paraguay en ese entonces. 


Un párrafo de su obra expresaba lo siguiente "Si queremos construir un país verdaderamente democrático en que la libertad, la justicia y la igualdad, sean hermosas realidades, debemos empezar por organizar el hogar sobre la base de una perfecta igualdad". Pensamiento de notable vigencia en la actualidad.
 
Tesis, Humanismo 1907
Nació Serafina Dávalos en la ciudad de Ajos, hoy Coronel Oviedo en 1883. De niña se trasladó con sus padres a Asunción. En 1898 egresaba de la Escuela Normal de Maestras y luego del Colegio Nacional de la Capital. En 1908 ocupaba el cargo de Miembro del Superior Tribunal de Justicia, el organismo de más alto rango en el Poder Judicial. Fue la primera mujer en conquistar dicho empleo. Se distinguió como una extraordinaria catedrática en las instituciones secundarias de donde egresó. Fue fundadora de la Escuela Mercantil de Niñas en 1904. Su diligente labor docente y su magnífica profesión de abogada le permitieron obtener una solvencia económica en las primeras décadas del siglo XX.


Fue una bizarra pacifista. En 1904 firmó con otras mujeres una solicitud de paz a los revolucionarios de la guerra civil que terminó con la caída del Partido Colorado y el advenimiento del Partido Liberal en el Gobierno de la República.
Ganó fama como intelectual. En 1907 integró el cenáculo de "LA COLMENA", sitio adonde acudían los más ilustres pensadores de la brillante generación del 900. Uno de ellos, Rafael Barret, ilustrado anarquista de origen español que ejerció gran influencia en las ideas libertarias de las primeras décadas de este siglo, llamó a Dávalos "LA REINA DE LA COLMENA", "Una colmena sin reina, no está completa". Y ella desempeñó ese rol.

Reconocida internacionalmente. En 1910 asistió como Delegada oficial del Paraguay al Congreso Internacional Femenino celebrado en Buenos Aires, donde presidió la Comisión de Derecho y, a pedido de la organización, clausuraba el evento con un elocuente discurso. Allí mismo fue nombrada Miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Panamericana de Mujeres. Fue además cofundadora del Centro Feminista Paraguayo en 1920.

Sus actividades educativas y feministas le permitieron desempeñar varios cargos de relevancia en organizaciones de ese género.

Falleció en la más triste pobreza el 27 de setiembre de 1957. Sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta. Por sus actividades y creencias positivistas se le negaron funerales cristianos.
Fuente: Forjadores del Paraguay. Diccionario Biográfico (Coord. Ricardo Servín Gauto, ed. Aramí, Asunción,2001)

Para saber más:







lunes, 22 de septiembre de 2014

Annemarie Schwarzenbach, la viajera iconsolable

Doctora en filosofía, arqueóloga, periodista, fotógrafa y novelista, Annemarie registró en sus crónicas y en sus obras de ficción las costumbres, la historia y los paisajes de los países que recorrió (Persia, Afganistán, el Congo Belga, Rusia, los Estados Unidos), así como el espíritu de sus habitantes.

Annemarie Schwarzenbach

La belleza andrógina del rostro de Annemarie, su inteligencia, enriquecida por una vasta cultura, seducían por igual a hombres y mujeres. El dinero de su poderosa familia le facilitó el conocimiento de los territorios más remotos. En esas comarcas, intentaba hallar el pasaje a "otro mundo", huía de la civilización occidental, de lo que se dio en llamar "la enfermedad de Europa". Impulsada por su sed de absoluto, Schwarzenbach convirtió su "huida" a otros continentes en una experiencia casi mística, que terminó por destruirla.


Alfred Schwarzenbach, el padre de Annemarie, pertenecía a una familia patricia de Suiza que había forjado una inmensa fortuna en la industria de la seda. Su esposa, Renée Wille, era una aristócrata alemana emparentada con el canciller Von Bismarck. El matrimonio tuvo tres varones y dos hijas. Annemarie fue la tercera en nacer, el 23 de mayo de 1908. Para albergar a esa numerosa familia, Alfred y Renée compraron una vasta propiedad, Bocken, cerca de la aldea de Horgen. Renée tenía tres pasiones: los caballos, la música y la mezzo soprano alemana Emma Krüger.



Renée le inculcó a Annemarie su amor por la música y la hija se convirtió en una gran pianista, pero su interés más profundo era la escritura. La madre no veía con buenos ojos que la chica escribiera porque sentía que así escapaba de su control. No es extraño que el título de uno de los primeros relatos de Annemarie fuera "Cuento de la princesa prisionera". Como su salud era frágil, cursó la escuela primaria en su hogar y sólo ingresó en un instituto de enseñanza pública en el secundario. Por fin, la muchacha podía salir de su casa. Entonces aprovechó para hacerse escapadas al teatro. Esas travesuras tuvieron un resultado imprevisto: se enamoró de una actriz. Cuando Renée se enteró, la envió a un pensionado en el que se educaban jóvenes de buena familia.
En 1923, Annemarie ingresó en la Universidad. Los muchachos se sentían impresionados por esa joven alta, aristocrática, inteligente y de rostro angelical. Ella miraba con cierta condescendencia a sus compañeros porque sólo se ocupaban de frivolidades. Annemarie, en cambio, aspiraba a ir al fondo de las cosas y encontrarle un sentido a la existencia. Ese sentido sería una señal de Dios, que le permitiría salvarse. Por supuesto, seguía escribiendo. Hizo un viaje a París hacia fines de 1928 y frecuentó el ambiente de la bohemia, pero también trabajó. Volvió de esa estadía con tres textos: Nouvelle Parisiense I, II y París III.



Sus primeros viajes y los hermanos Mann
En 1930 se produjo un encuentro decisivo en la vida de la muchacha. Conoció a Erika y Klaus Mann, los hijos de Thomas Mann, el autor de La montaña mágica. Los hermanos eran los niños terribles del mundo intelectual alemán. Tenían ideas revolucionarias y se burlaban de las convenciones. Les interesaba el teatro y ponían en escena obras provocadoras.

Annemarie y Erika en Venecia 1932
Annemarie se enamoró de Erika, pero ésta sólo sentía amistad por ella y siempre se comportó respecto de la "princesa Miro" -así la habían apodado los Mann- como una hermana mayor.

Después de que Annemarie terminó su doctorado en historia, en 1931, se publicó su primera novela, Los amigos de Bernhardt, donde retrata la atmósfera de desesperanza y disipación en la que vivía su generación. Bernhardt, el protagonista, es un joven de buena familia que quiere ser pianista y entra en contacto con un ambiente alejado de los ideales burgueses. Entre sus nuevos amigos, la angustia y la falta de valores se resuelve en una ronda amorosa en la que todas las combinaciones son posibles por la indeterminación sexual de quienes participan en ella. El carácter autobiográfico del relato era evidente.
Para escapar de su familia, Annemarie logró que el profesor Carl Burckhardt le propusiera ayudarlo a preparar un libro biográfico, lo que la obligó a trasladarse a Berlín. A comienzos de los años 30, la capital de Alemania tenía la vida nocturna quizá más intensa de Europa. Ese ambiente tuvo un efecto perturbador en la joven. Al principio frecuentó diariamente los clubes y bares de lesbianas donde su belleza andrógina tuvo un éxito imaginable. Por primera vez, sintió que había perdido el control de su vida. Sin ninguna obligación, librada a sí misma, se enajenaba bebiendo o haciendo el amor de un modo promiscuo. Pasada la primera euforia, tuvo una "crisis de nervios" y estuvo a punto de suicidarse.

Annemarie encontraba en la escritura la única manera de combatir la angustia y la sensación de traicionar a su familia que la acosaba cuando quería ejercer su libertad. Al escribir, el dolor no cesaba, pero encontraba un cauce y le impedía entregarse a actos de los cuales después se arrepentía. Ese sería el molde de conducta de toda su vida. Tenía que poner por escrito sus experiencias, porque era la única manera de escapar del vacío, pero esa tarea en la que debía hurgar en sus sentimientos más profundos para compartirlos con los otros la desgarraba y, al cabo de un tiempo, aumentaba su angustia, lo que la llevaba, en un círculo sin fin, a escribir incesantemente, como alucinada.

En Berlín, Annemarie terminó Nouvelle lírica, donde cuenta el amor desdichado de un joven con una cantante de cabaret. El libro apareció en abril de 1933, en el momento en que el ascenso de Hitler al poder era inevitable. La obra pasó casi inadvertida. Nadie estaba interesado en un tema tan alejado de la realidad política. Con todo, Anne no se sintió desanimada.




Huyendo del horror
Después de un viaje a Escandinavia para hacer reportajes destinados a la agencia Akademia, la joven suiza conoció a Mopsa Sternheim, una mujer que conseguía drogas como si se tratara de azúcar. En noviembre de 1932, Annemarie comenzó a consumir morfina y pronto se convirtió en adicta. Buscaba en los "paraísos artificiales" una manera de paliar la angustia que la devoraba. Por supuesto, sólo lograba agravar el desamparo que la torturaba.

En esos meses, Erika y Klaus, acérrimos militantes antinazis, debieron huir de Alemania porque estaban a punto de ser detenidos. Erika se refugió en Suiza y Klaus se fue a París. El no volvería a pisar su patria sino doce años después.
Por entonces, Annemarie comenzó su novela Huida hacia arriba. El protagonista Francis von Ruthern se siente inepto para enfrentar el caos, las traiciones y las mezquindades de la historia, por eso decide irse a vivir a las montañas, el mundo que ama, donde piensa ser útil a los demás y satisfacer su deseo de serenidad. Como una señal del destino, cuando regresa a las cimas, salva a un niño de morir en la nieve.

Al igual que el protagonista de su novela, Annemarie no se sentía con fuerzas para luchar contra el mundo "de abajo", es decir contra el nazismo y, sin embargo, tampoco podía desentenderse de lo que pasaba. Tironeada por esos dos sentimientos, le propuso a Klaus que dirigiera una revista de oposición a Hitler. Así nació Die Sammlung, que duraría dos años y se editaría en Amsterdam. Annemarie fue quien proveyó secretamente los fondos para esa empresa. Entre los colaboradores del mensuario estaban André Gide, Aldous Huxley, Heinrich Mann, Bertolt Brecht, Joseph Roth, Ernest Hemingway, Albert Einstein y Jean Cocteau.

 


El viaje a Persia
A mediados de 1933, Annemarie empezó a preparar un viaje a Persia que había postergado. El 12 de octubre subió al Orient-Express. Regresaría siete meses más tarde, después de haber cumplido un itinerario que la llevó hasta Persia.
La extrañeza de los paisajes, de las costumbres, la sumieron en la melancolía y en una sensación de irrealidad. Los desiertos a la luz de la luna se le antojaban imágenes de pesadilla. Durante ese recorrido bebió, se drogó, se enfermó, dudó de sus conocimientos de arqueología y extrañó Europa. Para olvidarse de sí misma, por las noches se internaba en los barrios más tenebrosos de las ciudades, frecuentaba prostitutas y se despertaba atontada por el haschich. Como resultado de ese viaje, escribió Invierno en Medio Oriente, su libro más objetivo, donde evitó volcar su intimidad.


Cuando volvió a Europa, se enteró de que el Tercer Reich le negaba la condición de residente. Convertida en una abierta opositora a los nazis, Annemarie acompañó a Klaus Mann al Primer Congreso de Escritores Soviéticos, en Moscú. Al principio se entusiasmó con lo que vio, pero pronto le chocaron la sumisión al Partido y el militarismo. Además, no estaba de acuerdo con el realismo socialista que cercenaba el costado "metafísico" de la literatura.



Pasiones arábicas

En septiembre de 1934, Annemarie volvió a Persia. Fue a trabajar en una cantera arqueológica. Llevaba una vida ordenada, que la alegraba, pero por la noche la soledad de su cuarto y los ruidos desconocidos la aterrorizaban. Afortunadamente en la legación francesa de Teherán conoció al diplomático Claude Clarac, segundo secretario de la embajada. Se hicieron amigos inseparables. Él, en realidad, se había enamorado de ella, a pesar de que se sentía más bien atraído por los hombres. La relación entre ambos progresó de tal modo que Clarac le propuso matrimonio a Annemarie y ella aceptó antes de volver a Europa. Contraerían matrimonio unos meses después.


Annemarie y Claude Clarac
El 13 de abril de 1935, Annemarie llegó a Beirut donde la esperaba Clarac. De allí partieron a Teherán para casarse. Cuando llegó el verano, la pareja dejó la ciudad para escapar del calor y se trasladó a las montañas. Vivían en un pabellón del príncipe Fiouz-Mirza, en un lugar paradisíaco. Durante esos meses en Persia, Annemarie escribió un libro de relatos, "La jaula de los halcones", que nadie quiso editar. Más tarde, la autora incluiría algunos de ellos en "Exilios en Oriente". Los protagonistas son europeos que han quedado varados entre paisajes y costumbres que lentamente han carcomido sus voluntades o los han convertido en seres a menudo excéntricos, expuestos al desvarío.
La rutina de una esposa de diplomático estaba hecha para irritar a Annemarie. La escritura le servía de consuelo, así como la droga, hasta que en una reunión conoció a una joven persa, Yalé. Las dos se enamoraron. Yalé estaba enferma de tuberculosis y sabía que no viviría mucho. El padre de la muchacha, enfurecido por la pasión de su hija, la encerró en su casa y le prohibió que viera a Mme. Clarac.
Una vez más llegó el verano y Annemarie debió seguir a su esposo al Valle Feliz, entre las montañas. En ese lugar aislado, se enteró de la muerte de Yalé. La historia de ese amor está contado en La muerte en Persia (editado en español), un libro de crónicas y relatos de gran belleza. La terrible estadía en las montañas quedó registrada en El Valle Feliz.

Cuando Annemarie volvió a fines de 1935 a su patria, descubrió con angustia que la mayoría de sus amistades querían dejar el continente o por lo menos Alemania. Como el trabajo siempre había sido para ella una tabla de salvación, Annemarie resolvió viajar a los Estados Unidos con el fin de hacer notas destinadas a publicaciones alemanas. Entre septiembre de 1936 y enero de 1938 pasó dos largas temporadas en América. En la primera, hizo una serie de reportajes en ciudades industriales de Pennsylvania. Conversó con negros, blancos, enfermos. Captó con su cámara la mirada desesperanzada de la gente. Después volvió a Europa y se entusiasmó con el proyecto de escribir la biografía del alpinista Lorenz Saladin. Terminó el libro en poco tiempo y cuando se publicó fue un éxito.
En su segundo viaje a los Estados Unidos, Schwarzenbach se ocupó de investigar las condiciones de vida de los obreros agrícolas y los problemas raciales en el Sur. Escribió entonces artículos de una calidad excepcional.



 

Por Afganistán

A mediados de 1938, Annemarie conoció a Ella Maillart, la gran escritora de viajes suiza, de la que había leído Oasis prohibidos. Las nuevas amigas planearon viajar por Afganistán en el Ford de Annemarie. Maillart se dio cuenta desde el comienzo que debería ocuparse de las angustias y la adicción de su compañera, pero pensaba que podría ayudarla. Las viajeras despertaron curiosidad y cierto asombro escandalizado en Afganistán. Sin embargo, nadie les negó hospedaje y comida. Después de doce semanas llegaron a Kabul, donde se enteraron del pacto germano-soviético y del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Resolvieron separarse porque esas novedades aceleraban sus proyectos personales. Maillart partió hacia la India, mientras que Annemarie resolvió recorrer el Turkestán afgano. De su viaje con Maillart queda un testimonio apasionante, el libro ¿Dónde está la tierra de las promesas?


 

Violencia y locura
Annemarie volvió a Europa en 1940. Llegó a un continente devastado por el huracán nazi. Los Schwarzenbach habían perdido las tres cuartas partes de su fortuna.
Annemarie se refugió como siempre en Sils. Una vez más, la casualidad le dio un nuevo rumbo a su vida. Margot von Opel, una de las mujeres más ricas de Europa, esposa del industrial Fritz von Opel, se encontró con la escritora en casa de unos conocidos e inició con ella una relación que Fritz toleraría de mala gana. Margot le propuso a Annemarie que se fuera con ella a Nueva York.
La tercera estadía de Schwarzenbach en los Estados Unidos estuvo marcada por el dolor, el drama y los escándalos. En Nueva York vivía con los Von Opel en el Plaza Hotel. Sólo podía escribir si se emborrachaba o se drogaba, pero la mezcla de drogas y alcohol la volvía agresiva y, en una oportunidad, trató de estrangular a Margot.

A pesar del estado de agitación que consumía a Annemarie, una joven novelista de 23 años que empezaba su carrera, Carson McCullers, la formidable autora de El corazón es un cazador solitario, se enamoró de ella (tiempo después le dedicaría Reflejos en un ojo dorado). Annemarie admiraba el talento de Carson, pero no podía responder a los sentimientos de la muchacha y, además, no quería romper con Margot.



Extrañaba Europa y la suerte de sus amigos, atrapados por la guerra, la sumía en la desesperación. Una noche, mientras Margot dormía, intentó nuevamente estrangularla y, espantada por lo que iba a hacer, empezó a gritar de tal modo que despertó a todo el hotel. Pocos días después, llegó la noticia de que Alfred Schwarzenbach había muerto. Su hija, enloquecida, trató de suicidarse. Uno de los hermanos de Annemarie, que vivía en Nueva York, decidió internarla. En la clínica le impedían escribir, por lo que Annemarie tuvo varias crisis de violencia. Aunque estaba estrechamente vigilada, logró escaparse. Su fuga fue dramática. Caminó kilómetros en el frío. Llamó a un amigo y lo convenció de que la albergara en su departamento, pero desencadenó un escándalo con sus gritos -porque, según ella, nadie la entendía-, se encerró en el baño y se abrió las venas. La internaron en una clínica de White Plains y se le comunicó que sólo podría salir de allí para volver a Europa. Se la había declarado insana y se la expulsaba para siempre del país.


 

La serenidad y la última caída
En Suiza, se enteró de que su madre se hallaba enferma y de que los Schwarzenbach habían resuelto que Annemarie debía dejar Suiza. Le ofrecieron mucho dinero para que se fuera. Sólo tenía una posibilidad: volver a partir. Esta vez pensó en África. Se embarcó en Lisboa y, después de una larga travesía y de viajes en ferrocarril, llegó a Leopoldville, la capital del Congo belga.

Como esposa de diplomático, la alojó el cónsul de Suiza. Pero comenzaron a correr rumores que la perjudicaron. Se decía que era una espía del Tercer Reich. Annemarie resolvió entonces abandonar la ciudad. Había oído hablar de un suizo de apellido Vivien, cuya plantación estaba en Molanda, en la selva ecuatorial. Se le ocurrió que ése era un tema interesante para los lectores suizos. Se puso en camino. Llegó a Lisala, el lugar que Conrad describió en El corazón de las tinieblas. Allí esperó doce días hasta que un coche la llevó a la plantación de los Vivien, la más importante del Congo. Esa inmensa propiedad era dirigida por Mme.Vivien, que había quedado sola después de que su marido, gravemente enfermo, regresó a Europa.
Ella era una mujer enérgica, protectora y muy tierna. Hospedó a Annemarie en una casa espaciosa. Lejos de toda distracción, Schwarzenbach escribió quince artículos, dos textos poéticos y uno de prosa, pero como siempre la escritura la dejaba en carne viva. La señora Vivien se dio cuenta de lo que le pasaba a su huésped y le propuso acompañarla en un viaje por el continente africano. La escritora aceptó.
Durante los meses que Annemarie vivió bajo la protección de la señora Vivien, escribió El milagro del árbol, la historia de amor de un hombre y una mujer que, para respetar la independencia de sus almas, resuelven separarse. Una vez terminada la novela, Annemarie se embarcó rumbo a Europa.


Ya en Suiza, se instaló en la Jägerhaus de Sils. Había llegado a aceptar que nunca estaría del todo curada de su adicción, pero que eso no importaba, siempre podría renacer. El 6 de septiembre de 1942 iba en un coche a caballo hacia Saint-Moritz, se encontró con una amiga montada en una bicicleta y acordaron intercambiar los vehículos. Annemarie, para probar que no había perdido su destreza, se lanzó cuesta abajo sin tomarse de los manubrios, como acostumbraba hacer en la niñez. Chocó con un obstáculo, voló por el aire y su cabeza dio contra una piedra. Nunca recuperaría por completo la lucidez. El 15 de noviembre de 1942 murió en Sils como consecuencia del accidente.

Hoy, sus textos permiten tener una visión lateral, pero estremecedora, del espíritu de una época y de las angustias de una generación. Son testimonios de que el mundo había estallado en fragmentos y de que cualquier intento de huir, y no de enfrentar esa catástrofe, sólo podía terminar en tragedia o en una inútil inmolación a un dios silencioso y ausente.


Fuente: Viajeros.com

Bibliografía: 

Lo que no está en Baedeker - Suiza del Norte y del Sur, (1932)
Los amigos de Bernhard (1931)
Novela lírica (1933)
Invierno en el suroeste de Asia. Diario de un viaje de (1934)
En esta lluvia. Narrativas (1934/35)
Más allá de Nueva York

Lorenz Saladino. Una vida en las montañas (1938)
El valle feliz (1940)
Muerte en Persia
En el lado oscuro
Escápese a la parte superior
Todas las rutas están abiertas
Inmortal azul
Ya estamos cerca, trae vida



Para saber más:

Los viajes de una chica rara (Ñ Revista de Cultura) 

Vivir viajando ( Escritoras y Escrituras) 

Mujeres Malditas: Annemarie Schwarzenbach (RTVE a la Carta)

Annemarie Schwarzenbach (Vidas Contadas RTVE)

Une suisse rebelle (Directora: Carole Bonstein)

 Todos los caminos estan abiertos (El Placer de la Lectura)

viernes, 19 de septiembre de 2014

Las Guerrilla Girls atacan de nuevo!


Pharrell Williams, cantante, productor y compositor, también se estrena como curator en la Galerie Perrotin de Paris, con una exposición GIRL

Los entre los artista que configuran la muestra se encuentranMarina Abramovic & Ulay, Chiho Aoshima, Daniel Arsham, Valérie Belin, Sophie Calle, Johan Creten, Tracey Emin, Daniel Firman, Gelitin, Laurent Grasso, Gregor Hildebrandt, JR, Alex Katz, KAWS, Bharti Kher, Klara Kristalova… entre muchos otros y otras. Pero nosotros nos quedamos con ellas, con las Guerrilla Girls.

Pharrell Williams invitó al colectivo a participar en la exposición, las Guerrilla Girls aceptaron con la condición, que pudieran mostrar únicamente dos carteles: uno sobre las mujeres en la música, y otro sobre las mujeres artistas en la Galerie Perrotin.

Según explican las Guerrilla Girls en su página, despúes de visionar muchos videoclips tenían una duda crucial, que solo un gurú de la música como Pharrell podría contestar…


¿Tienen que estar las mujeres desnudas para aparecer en un video musical, mientras el 99% de los chicos aparecen vestidos?

Contestada o no esta duda musical, se pusieron manos a la obra, versionando uno de sus carteles clásicos, inspiradas por la polémica del videoclip de Robin Thicke.

Acabado el primer cartel, pusieron su ojo crítico en la Galerie Perrotin. Y aunque en esta exposción el 50% de los artistas eran mujeres, del global de artistas que habían expuesto en esta galería entre los años 2010 y 2013, solo el 13% eran mujeres… asi que ni cortas ni perezosas, reescribieron uno de sus primeros carteles sobre estadísticas, para demostrar que las cosas no habían cambiado mucho desde los 80 hasta ahora:

Tantos años después, y continuamos estando en el mismo sitio... pues si! pero por suerte para nosotras, tenemos a estas guardianas, dispuestas a poner el dedo en la llaga, y hacernos reflexionar sobre las desigualdades que todavía vivimos. Y que en mundos como el artístico, todavía tenemos mucho campo que cosechar.

martes, 16 de septiembre de 2014

Efemérides: 16 de septiembre: Emilia Pardo Bazán

Emilia Pardo Bazán (1851-1921) está considerada la mejor novelista española del siglo XIX y una de las escritoras más destacadas de nuestra historia literaria. Además de novelas y cuentos, escribió libros de viajes, obras dramáticas, composiciones poéticas y numerosísimas colaboraciones periodísticas, a través de las cuales su presencia fue constante en la España de su tiempo. Con su obra y con su vida puso de manifiesto la capacidad de la mujer para ocupar en la sociedad los mismos puestos que el varón, sin renunciar a lo específicamente femenino.
(Biblioteca virtual Miguel de Cervantes)
Emilia Pardo Bazán


Emilia Pardo Bazán nació el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña. Hija de Doña Amalia de la Rúa, de quien heredó el carácter abierto e independiente y de Don José Pardo Bazán, político liberal que le legó su gran afición por la lectura y los estudios. Poco después del nacimiento de Emilia la familia se mudó a una casa en un barrio aristocrático y tranquilo en la Calle de las Tabernas.
A los nueve años Emilia Pardo Bazán comenzó a demostrar interés en la escritura, durante los inviernos asistía a un colegio francés protegido por la Real Casa, donde fue introducida a la obra literaria de La Fontaine y Racine y ya de adolescente publicó algunos versos en el Almanaque de Soto Freire.
Emilia de niña

Se casó a los diecisiete años con Don José Quiroga. Cuando el padre de Emilia fue nombrado Diputado de Cortes toda la familia se trasladó a Madrid, incluso el joven matrimonio. En Madrid tuvieron contacto con la vida cultural de la capital. Tras la entrada de Amadeo de Saboya y la guerra carlista, toda la familia se marchó a Francia. Viajaron por Europa donde Emilia aprendió inglés y alemán y le permitió descubrir la literatura francesa que dejaría un gran impacto en ella.
Con sólo veinticinco años derrotó, en un certamen de ensayo, a Concepción Arenal, con una obra sobre el Teatro del Padre Feijoo. Este mismo año dio a luz a su primer hijo, a quien le dedicó su único libro de poemas. Escribió su primera novela, Pascual López, el año en que nació su segundo hijo. Una dolencia hepática en 1880 obligó a la escritora a pasar algún tiempo en Vichy. Durante este período descubrió el naturalismo de Zola, conoció personalmente a Hugo , y empezó a interesarse por esta nueva tendencia literaria. En el periódico madrileño La época publicó Un viaje de novios que era un relato novelesco de sus propias memorias del viaje a Vichy. Su última hija, Carmen, nació en 1881.

Los artículos publicados con anterioridad que fueron compilados en el libro La cuestión palpitante, que tenían como fin tratar el movimiento del naturalismo de forma directa pero profunda, tuvo un gran impacto social, y el escándalo originado llevó a su marido a pedirle que cesara de escribir, lo que provoco la ruptura deñ matrimonio en 1884. En 1886 conoció a Zola y en ese viaje a Francia descubrió la moderna novela rusa. Esas lecturas la impulsaron a presentar en el Ateneo de Madrid un trabajo sobre La revolución y la novela en Rusia, en 1887.

Continuó escribiendo y revitalizando la vida cultural del país de manera terca e incansable, a pesar de las dificultades. En 1890 murió su padre y aprovechó la herencia para crear una revista escrita por ella sola, El Nuevo Teatro Crítico. Asistió al Congreso Pedagógico en donde denunció la desigualdad educativa entre el hombre y la mujer. Propuso a Concepción Arenal a la Academia Real de la Lengua, pero fue rechazada. La Academia tampoco aceptaría a Gertrudis Gómez Avellaneda, ni a ella a pesar de que actualmente se considera a Pardo Bazán el máximo exponente del realismo junto con Clarín y Galdós. Con este último mantuvo la escritora una relación conocida. 

En 1906 llegó a ser la primera mujer en presidir la Sección de literatura del Ateneo de Madrid y la primera en ocupar una cátedra de literatura en la Universidad Central de Madrid, aunque solo asistió un estudiante a clase. Cuando murió, el 12 de mayo de 1921, había conseguido el título de Catedrática de Literaturas Neolatinas.
Emilia Pardo Bazán en una lectura en el Ateneo de Madrid

Emilia Pardo Bazán fue una gran escritora pero además fue una intelectual y luchadora infatigable no solo por el acceso a la cultura de las mujeres sino por su reconocimiento social, y lo hizo con la enorme fuerza personal que tenía, luchando sin tregua y de frente y sin victimismo, con el orgullo de quien simplemente reclama lo que es suyo por propio derecho, para ello se convirtió en la primera periodista española, labor que ejerció ininterrumpidamente desde 1876 hasta su muerte y que dio como fruto la mencionada obra fundamental La cuestión palpitante y el que probablemente sea el libro más importante y menos conocido del feminismo español: La España Moderna en La Mujer Española.
(fuente: Escritores.org)

BIBLIOGRAFÍA

Narrativa
Pascual López (1879)
Un viaje de novios (1881)
La tribuna (1882)
El Cisne de Vilamorta (1885)
La dama joven (1885)
Los pazos de Ulloa (1886-1887)
La madre naturaleza (1887)
Una cristiana (1890)
La prueba (1890)
La piedra angular (1891)
La quimera (1905)
Dulce sueño (1911)
De mi tierra (1888)
Cuentos escogidos (1891)
Cuentos de Marineda (1892)
El tesoro de Gastón (1897)
Cuentos sacroprofanos (1899)

Ensayo y crítica
Estudio crítico de las obras del padre Feijoo (1876)
Los poetas épicos cristianos (1895)
La cuestión palpitante (1883)
La revolución y la novela en Rusia (1887)
Nuevo Teatro Crítico (1891-1892)
Polémicas y estudios literarios (1892)
Lecciones de literatura (1906)
La literatura francesa moderna (1910)
La cocina española antigua (1913)
Porvenir de la literatura después de la guerra (1917)

Libros de viajes
Al pie de la torre Eiffel (1889)
Por Francia y por Alemania (1889)
Por la España pintoresca (1895)
Por la Europa católica (1905)

Biografías
San Francisco de Asís (1882)
Hernán Cortés (1914)

Lírica
Jaime (1876)



Para saber más:

La niña Pardo Bazán, una lectora pedante (articulo La Opinión de A Coruña) 

Mujeres en la Historia: Emilio Pardo Bazán (RTVE a la Carta) 

Casa Museo Emilia Pardo Bazán 

La condesa desatada: las tórridas cartas de Emilia a Pérez Galdós (artículo El Periodico-Cultura) 

Emilia Pardo Bazán una novelista del siglo XIX (Los ojos de Hipatia) 

martes, 9 de septiembre de 2014

Ellas también escriben graffitis



Sweet, Zuke, Peggy, Trase, seguramente estos nombres no os dicen nada, ni os evocan a ninguna de las pocas artistista que exponen su obra en los museos de arte contemporáneo. Aun así, tienen el mérito de ser los "nombres de guerra" de las pioneras del graffiti en España.

Los hombres dominan en el mundo del graffiti, aunque no hay que olvidar, que muchas chicas también se iniciaron en esta técnica a principios de los años 80. En Madrid por aquel entonces encontramos las primeras firmas femeninas: PEGGY, SKAPIN, SWEET, TERRA, KORAK, MARTA...
Apenas nos a llegado información del papel que jugaron estas pioneras del mundo del graffiti. Fueron pocas, y la mayoria se acercaron al moviento por la moda del momento, probando con sprays y rotuladores...Así que tenemos que esperar hasta mediados de los 90 para encontrar la primera generación de escritoras españolas.

Y os puedo asegurar que haberlas, hailas! Pero hay poca bibliografía sobre ellas, o noticias... para poder completar este articulo, a todas luces incompleto, sobre las escritoras españolas, he tenido que buscar y rebuscar por la nube, rastreando noticias, entrevistas, facebooks agenos... 

He aquí mi pequeño homenaje a estas artistas, escritoras, de las cuales he escogido cuatro para ilustrar esta entrada:
Musa71, Cloe, Menor, Laia, Yubia, Lahe178, Eme, Colmis, Fresh, Dune, Turkesa, Ari, Makoh, Mali, Tha, Fati y Mali o las cracks del graffiti en KR Store.


LAHE178
En los últimos años hemos podido observar que sin duda algunas las propuestas femeninas más orginales del graffiti tienen un lugar de origen en común y este es España. Nacida en Sevilla y manteniendo aún en sus fotografías el anonimato, nos llega desde la madre patria el maravilloso trabajo de Lahe. Cuando comienza a cursar la Licenciatura en Bellas Artes en la capital Hispalense tiene su primer contacto con el mundo del graffiti y del arte urbano . Ha partir de sus originales intervenciones en muros, haciendo murales enormes con personajes urbanos y una técnica que combina texturización de los personajes con tags enormes y rebuscados, aunque también utiliza el básico canvas.

Fuente: Lahe, de esas españolas que todavia hay (Inkult Magazine)


 DEN 
Eva Mena (Bilbao, 1978) forma parte del colectivo Extralargos. Es licenciada en Bellas Artes en la especialidad de pintura y también ha realizado estudios de diseño gráfico y multimedia.

En su obra, aborda basicamente el retrato realista, aunque mezclado con el diseño gráfico y la ilustración. Trata de plasmar la expresividad de los rostros que elige para pintar, los cuales suelen ser cantantes y músicos, casi siempre relacionados con la música negra.


Fuente: http://evamena.com/


YUBIA

En una entrevista a " Rata Putak" en febrero de 2012, explicaba esta bilbaina, que la primera vez que pintó fue en 2002, pero hasta que no  empezó la carrera de Bellas Artes, no se metió de lleno en el mundo del graffiti. Allí conoció a otros artistas, como Frik y Savage, con los que formó el Colectivo kr+. 
Desde sus inicos hasta ahora, su estilo ha evolucionado, aunque sigui pintando limpio y con colores alegres. Si quereis leer la entrevista completa:  Entrevista: Yubia (Rata Putak)

Fuente: http://yubia.net/




MUSA71

Segun el Bombarcelona uno de los referentes femeninos de la escena Graffiti de Barcelona y seguramente nacional. Debido a su longeva vida activa como escritora, ha sido una gran noticia ver como por fin, monta un blog donde ir mostrando sus obras actuales y no tan actuales, ya que lleva 22 años pintando.

Empezó a finales de 1989 en Barcelona. Siempre se ha interesado por las letras, hi ha firmado con diferentes nombres María, Venus, China o Chavo. Forma parte de cuatro grupos

Fucking Hell John (Amsterdam, Nottigham, Barcelona)

The Fantastic Partners (worldwide)

Funky Colors (España)
Black Magic. (España) 
En su obra confluyen múltiples influencias, ya que le gusta trabajar en equipo y aprender. Puedes encontrar muchas de sus obras y exposiciones, recientes y antiguas, en su blog.

Fuente: http://www.musa71.com/



Encuentralas en Facebook:

 Musa71
Eva Mena 
Yubia 
Lahe178 

Para saber más:

Mujeres graffiteras: conquistando la calle, los muros y la noche (Diriovasco.com)

Mujeres graffiteras (Mujereartepublicidad)

Pioneras del graffiti en Madrid (Chico_palo)

Artistas españolas llenan de colores el muro (articulo palestinalibre.com)

10 Women Street Artist who are better than Bansky (Huffpost Arts & Culture) 

Nicolas Ganz: Graffiti Women: Street Art from Five Continents. Ed. Harry N Abrams Inc (1 de noviembre de 2006)



Curiosidades sobre el graffiti:

El primer graffitero de la historia

Petrificados y Graffitis en Roma y Pompeia