miércoles, 3 de agosto de 2016

Olímpicas: laureadas e infravaloradas. La paradoja de las deportistas españolas

A unos días de que empiecen las Olimpiadas de Rio 2016, lo que me preocupa más que los niveles de contaminación de las aguas, el mal estado de las instalaciones y cosas por el estilo, es el tratamiento que se dará a las deportistas. Por lo general las mujeres deportistas tienen un papel secundario en estas competiciones, y la proyección que se da a sus éxitos también es secundaria. 

Aunque el número de mujeres que participan en los Juegos Olímpicos ha aumentado -el 46% de la delegación española es femenino-, todavía existe discriminación en estos encuentros deportivos: Las atletas están poco representadas en las competiciones, son víctimas de prejuicios sexistas en los medios de comunicación que las presentan como “productos” cuyos méritos son ser “sexy” y “guapa”. 


En los los últimos JJOO, Londres 2012, España ganó un total de 17 medallas, 11 de las cuales fueron ganadas por mujeres:
·        2 oros:
o Vela: Marina Alabau y el Xiquita Team formado por Tamara Echegoyen, Ángela Pumariega y Sofia Toro.
·        5 plata:
o       Natación: Mireia Belmonte (2)
o       Natación sincronizada: Ona Carbonell y Andrea Fuentes
o       Taekwondo: Brigitte Yagüe
o       Waterpolo: equipo femenino
·        4 bronce:
o       Balonmano: Equipo femenino
o       Lucha libre: Maider Unda
o       Natación sincronizada: equipo femenino
o       Piragüismo en eslalon: Maialen Chourraut

Pero ¿se les da la notoriedad que merecen? Desde hace años las mujeres deportistas están cosechando notables éxitos, aparecen un poco más en los medios de comunicación, y a algunas hasta las reconocemos. Son campeonas y líderes sociales, pero todavía falta un reconocimiento efectivo a todo este trabajo.

Selección Española de futbol femenino

Además, se da la circunstancia de que muchos de los/las atletas que  nos representan en las olimpiadas, lo hacen compitiendo en deportes y modalidades minoritarios a nivel de público y seguimiento mediatico, y que no son estrictamente profesionales, ya que las competiciones en las que participan a nivel federativo no generan una estructura competitiva y económica que les permita dedicarse en exclusiva, a no ser que sean becados/as. La falta de interés por parte del público provoca que no se generen ingresos ni se atraigan patrocinios, lo cual impide crear una estructura profesional, con lo que los/las deportistas tienen que acabar dependiendo de patrocinios privados y de becas -en caso de conseguirlos- para poder entrenarse y desarrollarse. Es un círculo vicioso, en el que resultan especialmente afectadas las mujeres, ya que incluso en los deportes mayoritarios y más populares (fútbol, baloncesto...), la modalidad femenina obtiene mucha menos difusión, y por ende, menos popularidad y seguimiento, y menos ingresos, que acaban redundando en deportes mucho menos profesionalizados que sus homólogos masculinos. Y es que, cuánta gente conoce el equipo titular de la selección femenina de baloncesto o de fútbol?

Selecció española de basquet

Queda mucho trabajo por realizar, pero creo que las medidas para mejorar la situación de las deportistas españolas pasa por cuatro puntos esenciales:

  • Potenciar las competiciones femeninas.
  • Incrementar las ayudas económicas (patrocinios, subvenciones y becas) para el deporte femenino.
  • Que los medios de comunicación hagan un tratamiento igualitario y de calidad al deporte femenino
  • Que las mujeres accedan a los órganos de gobierno de los estamentos deportivos: clubes, entidades, federaciones y órganos directivos.
Mejorando en estos cuatro apartados los cambios podrían ser significativos y de calidad para el reconocimiento, la profesionalización y el respeto hacia las deportistas y el deporte femenino en general. 



(Fuente: Revista Lideras iusport.com, Comision Mujer y Deporte)


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